De poder conducir hacia el país de los imposibles. De hacerlo posible. De no ser tú el único que lo cumpla. Compartirlo. Hacer que suceda.
Porque a veces los sueños se cumplen. Más de lo que pensamos. Caen rendidos ante esos ojos mendigos. Caen en ese lugar donde siempre es primavera. Y todo a base de compartir, de emocionar, de ser diferentes e irreverentes. Personas "limitadas" (habría que redefinir esos términos porque creo los limitados somos nosotros) visualmente pueden vivir sensaciones ilimitadas.
Sentir el músculo de un mustang bajo sus pies. El vértigo mental que producen sus aceleraciones. Gracias Roger Keeney por ver las cosas desde otro ángulo y dar la oportunidad a personas como tú de poder pilotar. Gracias Mustangexperience por darnos una gran lección. Y gracias copylota Paula por mandarnos esta joyita.