Muchas veces la emoción no está en lo que se ve sino en lo que se adivina.
Decirlo sin decirlo del todo. Es una suma, sin comentarios, explicaciones sin ayudas de una serie de datos para que el espectador encuentre la relación por sí mismo. Que el receptor añada sentido para hacer memorable la acción. Para conseguir los objetivos.
Y el espectador añade todo el sentido en el primer anuncio del mundo hecho con abejas.
Las mismas abejas son las que piden ayuda para que las ayudemos a no desaparecer. Ese cambio de narrador es vital en esta acción para decir lo de siempre de forma diferente. Poniendo voz a las propia comunidad de abejas.
Las mismas abejas son las que piden ayuda para que las ayudemos a no desaparecer. Ese cambio de narrador es vital en esta acción para decir lo de siempre de forma diferente. Poniendo voz a las propia comunidad de abejas.
Podrán estar desapareciendo las abejas y sabemos que necesitamos hacer algo ya lo que nunca desaparecerá es el ingenio para combatir situaciones tan denunciables como ésta. Esta vez ha sido la marca de vino inglesa Banrock Station. Una marca muy en sintonía con el medio ambiente que se asoció al proyecto bee para crear un vino edición especial. Por cada botella vendida se donará una cantidad a la lucha contra la desaparición de estos vitales seres. 100.000 abejas reunidas entorno a las feromonas de una abeja reina adheridas a este impresionante cartel de exterior o billboard o ¿tendremos que decir beelboard? Visto en pplane y viralmente.