Hay campañas que matan de envidia. Que provocan la admiración. Este es un ejemplo.
Y es que hay algo peor que ver a un niño fumando y es que te pida fuego. Como escarpias. Ideas que no son humo. Campañas que son algo más que campañas. Que traspasan esa frontera de lo anodino. Que arrojan la luz sobre un problema de salud mundial. Con esos pobres niños que se pueden dejar un sueño o dos debajo de la almohada por culpa del máldito tabaco.
Que rule la campaña y no el cigarro. Buen martes copyloto.