Hoy día sólo hay una cosa permanente, el cambio. Y el cambio es la norma fija en el mundo de la comunicación y el marketing. Y de mostrarte ideas que lo cambian todo, va este blog.

Dios, el target de una campaña.

¿Existe Dios? ¿No existe?
En este rincón no vamos a responder a tamañas cuestiones pero si te diremos que existe una campaña que se dirige a él.

Cada año, la Basílica de Santa María de Minneapolis (la más antigua del país) realiza un exitoso festival rockero en el patio trasero. Los ingresos se destinarán a proyectos de caridad. Esa agencia tocada por la mano de Dios, Fallon, trabaja para la basílica desde hace tiempo. Este año, ha querido destacar una conexión entre el rock y la religión. Ahondando en la terrible verdad universal de quien se siente culpable por haber tenido una banda de las malas claro, haber bailado uno de esos temones o haber cantado una canción terrible en su pasado. Así que lanzaron una campaña basada en la confesión de la música "Pecados". La recompensa: "Your Ticket to Musical Redemption".

La campaña incluye publicaciones impresas y carteles, un confesionario online y el elemento que más nos llama la atención la primera valla publicitaria dirigida a Dios. Amén.







Visto en los egoistas.