Máquinas con sonido humano
Eras toda de carne y hueso pero poco a poco fuimos insertando trozos de metal. Lo necesitabas. Al final pasó que lo que tu cuerpo no admitía eran tus partes de carne. Eran las horas oxidadas. Era el sonido de lo que estaba por llegar. De lo que nos quedaba por vivir. Hoy es el sonido humano de un scooter. ¿Y mañana? Ideas que llegan para quedarse dentro. Fabulosa acción ecoambient de dominos. Divertido.