A veces mi cama me atrapa. Me roba los sueños. Y no me deja despertar. A veces. Otras, veo en vídeos lo que sueño en la cama. Vídeos como este. Uno contra un millón. La voz rotunda encogiendo la cobardía de miles. Hombres de negro hiriendo ciudadanos con sus porras. Un marine defendiéndolos con su garganta y compostura. Mil razones tenemos para no creer en la raza humana. Una para creer. Es el efecto Shamar Thomas. Intentando explicar que el mundo no es de azucar. Es de sal. Esa sal que aviva las heridas. Esa sal que nos recuerda que estamos vivos.
Tan sólo te pido 5:32 de reflexión. Buen día copyloto.
Visto en yorokobu.