Mientras una historia sigue su curso, la realidad se evapora.
Y campofrío lo ha vuelto a hacer. El storytelling de ahora, el contar historias desde hace siglos. Esta nos hace resbalar a ese país llamado creatividad. Nos hace saltar por el aro de la felicidad. Ya no hay tardes aburridas, o mañanas de lunes patas arrina. Ya no. O sí. Pero lo miramos todo de mejor café.
Expañoles por el mundo vuelvan. Que con el CV que fofito está redactando de España esto va a ir a mejor. Que viva campofrío que ha vuelto a dibujar la mayor de las sonrisas.
Quizás ya no sea necesario vender el DNI.