Convertir un medio rudimentario en revolucionario.

Nos imaginamos el futuro antes de que el futuro exista.

Compartimos ya casi las cosas antes de que ocurran. Los días no duran 24 horas. La tierra gira más rápido. Los horizontes son ahora más amplios. El ritmo de vida va más rápido que la vida misma. Y muchas veces para dar con lo más revolucionario tenemos que mirar atrás. Esa chispa que surge de la necesidad y la falta. Ideas sencillas, generosas, que lo dan todo. Como es este caso. Convertimos la falta en ventaja. Los primeros en pensar lo último. Campañas que hacen de este mundo un lugar mejor. Con una simple llamada perdida.

Genial unilever.