Yo lo decimos. Mientras una historia sigue su curso, la realidad se evapora. Dejan de existir los minutos, los segundos, los.
Somos muy afortunados por poder ser participes y creadores del efecto. Somos afortunados por nuestra labor de tejedores de dimensiones nuevas. El storytelling que dicen muchos ahora, el contar historias desde hace siglos. Somos muy afortunados por posibilitar a muchos el vivir dentro de ellas una realidad ficción. Por hacerles resbalar a ese país llamado creatividad y hacerles saltar con el aro de la felicidad. Por hacerles llegar a ese lugar donde no hay tardes aburridas, donde nada duele, donde el tiempo no envejece.
Somos muy afortunados por ello y debemos seguir trabajando duro para seguir contando historias que hagan desaparecer la realidad.