Hay un momento en tu vida. Una hora. Un segundo. Un lugar. Una persona que lo cambia todo. Un acontecimiento por el que probablemente desees que el resto de tu vida comience en ese mismo instante.
Empezar de nuevo. O reempezar.
Bienvenido a tu nueva vida podría rezar el letrero.
Lufthansa lo ha hecho posible en su nueva campaña. Te lo pone fácil para empezar esa nueva vida. Te lo paga todo. Y lo hace en Berlín. Piso, bici..todo lo que necesites para vivir. Y lo hace sobre todo si eres sueco. Entiendo que para promocionar una nueva línea que una Berlín con Estocolmo. ¿Y qué hay que hacer? Bautizarte de nuevo. Cambiar tu nombre sueco, legalmente, por el típico berlinés Klaus o Heidi. El viaje también lo pagan claro.
Ahora la pregunta que me hago no es ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar las marcas?
La pregunta que me hago es ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los consumidores?
Me voy a Berlín y lo haré llamándome como hasta ahora, Carlos. ¿Tú lo harías?