Estás fotos hablan. Hablan de vida. De vida antes de la muerte.
¿Y después de la muerte hay vida? Y qué más da. Lo importante son los pasos que hacen el camino. No el destino. Hay que ignorar dónde vamos, ese es el secreto del viajero. Pero hay que ir a algún lado. Puede ser hacia el medio de ninguna parte o a ese país llamado creatividad. Quizás no necesitemos nuevos paisajes sino nuevos ojos como decía Proust. Quizás.
Las fotógrafos con alma son la pasión sostenida de algunas fotos. De fotos como estás que cuentan una historia. La que está a punto de acabar y la que está a punto de comenzar en cuanto acabes de ver este post en tu retina.
Angelo Merendido fotografío hasta la muerte a su mujer enferma de cáncer, ideas rellenas de vida como esta hacen que nos guste más vivir.