Hoy día sólo hay una cosa permanente, el cambio. Y el cambio es la norma fija en el mundo de la comunicación y el marketing. Y de mostrarte ideas que lo cambian todo, va este blog.

Creativo, no trabajes en agencia.

Creativo, trabaja para una agencia no en una agencia.

Y es que cada vez son más las personas que trabajábamos en agencias de publicidad y que ahora trabajamos para ellas. Y no solo para ellas, sino para clientes directamente.  Hay que tener ganas de emprender y es duro al principio, pero al final, son todo ventajas.

Todos los días a las 7:30 am me plantó en mi despacho con un té verde en la mano. La jornada ya ha comenzado. Tenemos la suerte de tener un cerebro incansable que muchas veces sigue su curso en el subconsciente y para esas horas somos capaces de producir algo. Bueno o no bueno pero algo.

Las rutinas están muy marcadas. El trabajo de 8-9 horas al día no te lo quita nadie. Pero el horario te lo repartes en función del día y las necesidades. Una parada para ir a surfear y que las ideas se llenen de aire. Una tarde de ensayo con el grupo para bajarnos de la mente y volver a subir alto al día siguiente. Nos solemos marcar siempre cada día con la obligación de hacer algo extraordinario.

Trabajar para te da movilidad. Flexibilidad. Libertad.
Puedes estar mucho más cerca de un cliente. Los nuestros hasta nos tienen reservado un pequeño despacho y una silla en su espacio físico. Los briefings se mastican mejor. Las ideas asoman al fondo de los ojos de una forma más rápida.

No tenemos ruido en nuestro bunker. Trabajamos a 2,60 ideas de profundidad, ni un metro de menos. Ayuda y mucho. La productividad a subido. Esa jornada de 8 horas rinde y mucho. Las manos se nos llenan a veces de ideas. Buenas o malas.

La soledad es muy importante para un creativo. El silencio suele pedir la palabra. Es en ese momento cuando se te ilumina la cara y zas, la tienes. La concentración absoluta provocarán un pensamiento claro, ordenado, eficaz y la habilidad de llenar de aire las palabras y poner sobre el papel lo que está volando en tu cabeza. Irás desarrollando un mayor talento para esquivar a la razón.

Las reuniones de brainstorming son más fructíferas. Nunca pondría a más de 4 personas en un brainstorm por las tensiones que se suelen dar, el pedir el turno para hablar, el disparo mental rápido de algunos y el regurgitar de ideas más pausado de otros también suele causar tensiones. Luego obviamente podrás juntarte con el resto de tu equipo (lo mejor de cada casa) para confrontar ideas y hacer crecer la bola, si se da el caso. Las nuevas tecnologías hacen además que tu equipo de trabajo pueda ser de los más folk, multidisciplinar y como lo quieras llamar.

Nunca se ha dado una situación mejor para llevarlo a cabo.

Trabajando para te da la posibilidad de rodearte del mejor talento, de lo mejor de cada casa, para copar con los proyectos. Son los nuevos caminos los que te llevan a encontrarte con esos yo-es que te estaban en ti. Tienes más libertad para proponer y probar propuestas estúpidas. Detrás de algo estúpido se encuentra la idea inteligente.

Siguiendo lo que te decimos de repente un día te darás cuenta de que ya no trabajas en una agencia grande sino que has hecho grande tu pequeña idea.

Y mola. Y mucho. Y si no que se lo pregunten a los dos tipos que conforman una de nuestras agencias de cabecera forsman&bodefors.

Os dejamos con una idea de las grandes que bien la podrías firmar tú o tú o tú.