El riesgo es vivir permanentemente en el pasado. El riesgo tiene un sofá puesto en la zona de comfort. El riesgo es encerrarse en una idea fija, candar la mente y no salir de ahí. El riesgo es tomar el mismo camino todos los días. El riesgo es dejar que otros lleven las riendas de tu vida. El riesgo que tienes es no poder elegir ser tú. El riesgo es odiar todo lo que puedes amar. El riesgo es creerte tolerante cuando dices que lo eres. El riesgo es ponerte celoso por el éxito de otros. El riesgo es pensar que el fracaso nunca será una forma de llegar al acierto. El riesgo es convertir la negatividad en norma. El riesgo es dejar que te digan que tú no lo puedes hacer. El riesgo suele agazaparse en las arenas movedizas de la inseguridad. El riesgo es la necesidad que todos tenemos de control. El riesgo es pensar que la gente te va a tratar como tú les tratas. El riesgo es que el dinero sea la zanahoria del burro y no la felicidad del trabajo bien hecho que te apasione y te haga feliz. El riesgo es no aprovechar las amenazas y convertirlas en oportunidades.
El peor Restaurante de San Francisco es un buen ejemplo. Se anunciaba en la red social YELP y todo eran buenas críticas hacia el restaurante. Un buen día dejó de hacerlo y las críticas de los comensales de repente fueron malas.
El gerente del restaurante ofrecía un 25% de descuento a todos los clientes que en el local hicieran una crítica mala de su restaurante en Yelp., 1 star review. A día de hoy es casi imposible poder reservar por la gran demanda en el peor restaurante de San Francisco.
Es una buena metáfora de que el mayor riesgo es no arriesgar.