Hazlas. Más vale una idea que no es perfecta hecha, realizada, implementada que mil buenas en tu cabeza, o en la cabeza del equipo, o sobre un papel en el cajón de la agencia, o en un despacho de marketing entre vapores de naftalina.
Las ideas duermen en los insomnios de muchos. Campañas no natas. Hagamos que ocurran.
Ideas largas y anchas. Ideas de carne y hueso. Ideas reales. E J E C U C I Ó N.
Una oficina de hechos es lo que tendíamos que montar. O dos.
El asombro por una buena idea suele producir parálisis. Salgamos de ello. Esta es una de las mejores épocas para trabajar en el mundo de las ideas. Tenemos todos los medios a nuestro alcance.
El hombre del renacimiento es el futuro. Rodéate del mejor talento. Colaboración. Co-creacción. Re(d)acción. Escarbar. Rascar. Cortar. Dibujar. Inmortalizar en la retina. Filmar. Pintar. Colorear. Escribir. Reescribir. Tachar y volver a tachar. Destruir para construir.
Aprender a fallar.
Solo se consigue haciendo. Creando algo escaso y valioso. Concretando. Siendo exacto.
El hombre de renacimiento es el futuro. Los equipos del renacimiento son el futuro.
Ponte (poneros) a trabajar en lo que tengas. No pierdas el tiempo pensando en las posibilidades. Es un momento muy prometedor. Tenemos nuestros propios micromedios o plataformas de comunicación. Tenemos el poder de hacer líquidas las ideas que se hacen y que fluyen por la red.
Hay una cantidad de posibilidades inimaginables en el exterior. Muestra tu talento por todos los poros (ahora más que nunca).
Es una buena época para inventar lo que está por venir. Para trabajar para empresas y no en empresas (esto es otro tema que desarrollaremos en breve). Para rodearse del talento abundante y crecer. Para no parar de hacer.
Haz 100 veces más de lo que dices y verás.
Creativo, no tengas ideas, keep it up.